El sol empezó a luchar contra las estrellas. Ellas trataban de seguir resaltando en el cielo, pero no podían brillar más que aquel que les había dado su luz. Pronto, el campo estaba completamente bañado por los rayos de luz. Entonces, pude ver el sendero por el que habíamos pasado durante la noche.
-No faltan muchos kilómetros para que lleguemos al pueblo. Si levantamos el campamento ahora mismo, estaremos allí para el desayuno.
Empezamos a juntar nuestras cosas y montamos en los caballos. Me sentía tremendamente agotado, pero la ilusión de regresar a mi hogar hacía que todo mi dolor desapareciera. ¿Qué diría mi hermana al verme?
-No faltan muchos kilómetros para que lleguemos al pueblo. Si levantamos el campamento ahora mismo, estaremos allí para el desayuno.
Empezamos a juntar nuestras cosas y montamos en los caballos. Me sentía tremendamente agotado, pero la ilusión de regresar a mi hogar hacía que todo mi dolor desapareciera. ¿Qué diría mi hermana al verme?
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100 días de relatos