Pareciera fruto de la predicción. La guerra estaba cerca y el reino se concentró en fortalecer la flota, que tendría un papel fundamental para ganar territorios estratégicos. Se construyeron muchos barcos, pero en el último se pudo un esmero especial. Personas de todos los extremos llegaban para ayudar a preparar la defensa y el ataque. En ella pusimos nuestra seguridad: Victoria. No recuerdo quién propuso el nombre, pero sí que todos lo aceptamos rápidamente. “Nuestro triunfo va junto a Victoria”, decían niños y ancianos.
Cuando ella se hundió, todo el triunfo y el sentimiento de optimismo se fueron al fondo del mar. Los enemigos llegaron a nuestras costas y se dirigieron a la capital, para tomar el trono. Los que quedamos para proteger al rey, lo llevamos hasta la costa opuesta y nos marchamos en Esperanza hacia la otra isla.
Cuando ella se hundió, todo el triunfo y el sentimiento de optimismo se fueron al fondo del mar. Los enemigos llegaron a nuestras costas y se dirigieron a la capital, para tomar el trono. Los que quedamos para proteger al rey, lo llevamos hasta la costa opuesta y nos marchamos en Esperanza hacia la otra isla.
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100 días de relatos
Madre, qué bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias, @- Bella -. :">
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