Entrevista a Olney Goin

Hace algún tiempo tuve el gusto de conversar con Olney Goin, el joven escritor peruano que resultó ganador en la última edición del Premio El Barco de Vapor por su libro Simón.

Olney empezó a escribir desde los 17 o 18 años. Psicólogo de profesión, siempre escribió “cositas”, pero nunca lo tomó como algo que fuera a terminar. “Siempre fue como un juego, pero una vez que mi papá leyó lo que estaba haciendo me animó a seguir la historia que estaba escribiendo.” Había estado leyendo la Odisea y trató de imitar el estilo de Homero. Aunque no llegó a culminar su creación, ese fue el inicio, lo que lo impulsó a seguir escribiendo.

Dejó de escribir un tiempo por razones personales y de allí volvió a escribir con fuerza. Nunca había terminado algo, hasta que su enamorada le dijo que le gustaba cómo escribía y le propuso que escribiera un libro "de verdad", uno que pudiera publicar. De allí surgió La antigua leyenda del fuego eterno, un libro para niños.

Cuando se puso a buscar una editorial a la que enviar su historia, empezó a llamar y así descubrió el Premio El Barco de Vapor. Envió dos libros y ambos quedaron finalistas, lo cual fue una gran motivación.

A pesar de que su primer libro publicado está dirigido a un público infantil, a Olney también le gusta escribir para adultos. Gracias al apoyo de su familia y de su enamorada se ha aventurado, como Simón, a dejar de lado cualquier temor y hacer lo que realmente le gusta.

Bueno, yo jamás seré viejo, porque me he dado cuenta de que la juventud está en la cabeza de uno. ¿Sabes por qué? Porque he notado que la única diferencia entre niños y adultos es que los adultos sonríen muy poco. ¡Y es que es verdad! Siempre andan pensativos, pensativos, ¡pero no me parece que piensen en cosas muy lindas!

—Simón

¿Cómo surgió la historia para tu último libro?

"Lo que quería hacer era transmitir una historia bonita; tierna en cierto sentido, pero a la vez real."

Lo que quería hacer era transmitir una historia bonita; tierna en cierto sentido, pero a la vez real. Lo que quería transmitir era la historia de un niño que supera sus problemas, así como muchos no lo logran hacer. Es una lástima que en el Perú haya tantas personas que no pueden cumplir sus sueños, o no pueden salir adelante. Como yo no tengo los recursos para hacer un sueño realidad, quise escribir un libro. Me di cuenta de eso mientras iba escribiéndolo.

¿Qué debe tener una persona para lograr sus sueños?

Perseverancia, perseverancia y, en el mejor de los casos, buena suerte. Si tienes mala suerte, para eso está la perseverancia. Creo que todos tenemos si no un sueño bien claro sí una idea de lo que queremos ser. Quizá tenemos una idea vaga, pero si le haces caso y le prestas atención, te puedes ir dando cuenta de lo que quieres.

¿Encuentras relación entre tu carrera y la literatura?

Sí, es algo junto siempre. Ya forma parte de ti y es muy difícil desligarte de ello. Si mi meta se ha visto moldeada por la psicología, ese molde también se va a transmitir en la escritura. ¿Cómo? En formar un poco más de empatía en mis personajes y, después, en ponerme en el lugar del otro… Eso lo tiene todo el mundo, no solo un psicólogo o un escritor, pero mi carrera se preocupa un poco más de eso. De hecho siento que me ha ayudado bastante. Además, toda carrera te ayuda a madurar.

¿Sientes que has tenido algún avance entre tus primeros libros y el último?

Sí, es bravazo. Cada cosa que haces es como que evolucionas. Es tanto así que no en los libros sino en los cuentos que mandé a  los juegos florales el año pasado me doy cuenta. Ahora los leo y digo: "Uy,  qué roche". En un cuento que trata de ser serio, de ahí lo lees y no… siempre mejoras. Al final vas a lograr conectar los puntos. Siempre es bueno seguir y seguir necio hasta que te salga.

¿Qué recomendarías a un chico/a que quiere empezar a escribir?

"Para mí, el hecho de haber ganado este concurso significa que estas nubes se conviertan en peldaños."

Que lean, más que escribir que lean. Es curioso porque Borges decía que el escritor madura cuando aprende a leer, pero el lector solo lee en una etapa después de la escritura. Hace algunos años yo leía todo el día, hasta que empecé a escribir. Creo que si no hubiese leído todo lo que he leído, no habría podido escribir lo que he escrito. Sé que para formar tu mente tienes que leer. Además, la escritura se tiene que practicar; no es que te sientes un día y escribas... Lo que tiene que tener un joven para escribir es muchas ganas. Sería bueno que más adelante se rete a sí mismo y se meta a concursos, porque ellos te dan una meta. Hay muchas personas que empiezan a escribir, pero como no tienen una meta fija no lo terminan. También deben tener paciencia.

Cuando empecé a escribir todo parecía caminar sobre nubes. Para mí, el hecho de haber ganado este concurso significa que estas nubes se conviertan en peldaños.

Los autores favoritos de Olney

Entre sus escritores favoritos se encuentran Roald Dahl, José Mauro de Vasconcelos (incluso confiesa que quizá su libro tiene un poco de Mi planta de naranja lima), J.K. Rowling, Cortázar, Borges, Julio Ramón Ribeyro, Kafka, Nietsche, Tolkien y Hesse.