Hoy se cumplen 6 meses desde que publiqué la reseña de Temblor, el primer libro de la trilogía Los lobos de Mercy Falls, de Maggie Stiefvater, así que no he querido esperar más para colgar la de esta excelente continuación que no pueden dejar de leer.
Título: Rastro
Título: Rastro
Título original: Linger
Autora: Maggie Stiefvater
Año de publicación: 2010
Editorial: Ediciones SM
ISBN: 9788467543643
Páginas: 425
Formato: Tapa blanda
Sinopsis: Por más que lo desees, es imposible detener el tiempo: pasa y lo cambia todo. Y lo malo es que te arrastra consigo.
El invierno ha acabado. Para algunos es una época de cambios. De transformaciones.
Pero solo para algunos: Sam sigue siendo Sam. Cole sigue siendo Cole. Isabel no sabe lo que quiere, pero sigue siendo quien es. Solo Grace no está a gusto en su propia piel.
Primavera: una estación de historias que empiezan y de otras que terminan. De despedidas. De abandonos.
La primavera ha llegado y con ella también el tiempo en el que los licántropos deben recuperar su forma humana. Sam ha recibido esta estación muchas veces, pero ahora es diferente, ya que no lo hará en su cuerpo de lobo, sino en el de humano; una realidad que aun no logra aceptar.
La muerte de Jack Culpeper hizo que Grace e Isabel se volvieran cómplices y guarden el secreto de la manada de Mercy Falls, lo que ha provocado que se forme entre ellas una amistad interesante.
Desde el principio del libro, Grace presenta síntomas de tener algún virus. Esta “enfermedad” será uno de los puntos clave de la trama, ya que desencadenará una serie de razonamientos e hipótesis que podrán ir conociendo a lo largo de la novela.
Si en “Temblor” los padres de Grace a las justas participaron en el desarrollo, en esta segunda parte, por algún extraño motivo, tomarán en serio su rol de padres y pasarán más tiempo en casa y controlando a su hija, algo que complicará un poco la relación entre ella y Sam.
Él, por otro lado, se encuentra en un período de adaptación: el solo pensar que Beck ya no volverá a ser humano y que ahora le corresponde a él el trabajo de recibir a los nuevos licántropos y a los antiguos cuando vuelvan a su forma humana causa una mezcla de sentimientos encontrados que lo harán alejarse en un inicio de la casa de su “padre”.
Rastro es una buena continuación de Temblor. Me parece que no tiene tantos sucesos como la primera parte; más bien lo veo como una explicación de lo que ocurrió con Sam, Grace, los lobos de la manada y las personas implicadas en el secreto.
La portada sigue el estilo de la de Temblor, solo que esta vez los árboles invernales son reemplazados por otros más primaverales, cambio que se nota aun más por el uso de tonos verdes en lugar de los celestes, grises y azules utilizados en la primera parte.
Me ha gustado mucho que ahora no son solo Sam y Grace los que narran la historia, sino que Cole e Isabel también presentan su punto de vista, dándole una perspectiva diferente al libro, ya que el carácter de ambos es muy diferente al de los protagonistas. Si bien Cole es “nuevo” en la historia, porque recién ha aparecido en este libro, desde el inicio de esta el personaje adquiere importancia y será de gran ayuda para los tres amigos.
Apenas terminé Temblor quise tener Rastro en mis manos. Como mencioné un poco más arriba, esta parte de la trilogía es más lenta que la primera. Se detiene para expresar los sentimientos de cada uno de los personajes. Sin embargo, en la parte final todo se acelera. Esta es mi parte favorita: aquí se deberán probar las hipótesis planteadas con lo poco que entienden de la situación.
La prosa de Maggie Stiefvater es, como en Temblor, llamativa, cuidada y sencilla al mismo tiempo. Me fascina notar la diferencia entre los capítulos pertenecientes a cada uno de los cuatro narradores; es un trabajo muy bueno el que se ha dado de seleccionar el vocabulario y la forma en que los personajes exteriorizan lo que sienten.
Autora: Maggie Stiefvater
Año de publicación: 2010
Editorial: Ediciones SM
ISBN: 9788467543643
Páginas: 425
Formato: Tapa blanda
Spoilers de Temblor
Sinopsis: Por más que lo desees, es imposible detener el tiempo: pasa y lo cambia todo. Y lo malo es que te arrastra consigo.
El invierno ha acabado. Para algunos es una época de cambios. De transformaciones.
Pero solo para algunos: Sam sigue siendo Sam. Cole sigue siendo Cole. Isabel no sabe lo que quiere, pero sigue siendo quien es. Solo Grace no está a gusto en su propia piel.
Primavera: una estación de historias que empiezan y de otras que terminan. De despedidas. De abandonos.
La primavera ha llegado y con ella también el tiempo en el que los licántropos deben recuperar su forma humana. Sam ha recibido esta estación muchas veces, pero ahora es diferente, ya que no lo hará en su cuerpo de lobo, sino en el de humano; una realidad que aun no logra aceptar.
La muerte de Jack Culpeper hizo que Grace e Isabel se volvieran cómplices y guarden el secreto de la manada de Mercy Falls, lo que ha provocado que se forme entre ellas una amistad interesante.
Desde el principio del libro, Grace presenta síntomas de tener algún virus. Esta “enfermedad” será uno de los puntos clave de la trama, ya que desencadenará una serie de razonamientos e hipótesis que podrán ir conociendo a lo largo de la novela.
Si en “Temblor” los padres de Grace a las justas participaron en el desarrollo, en esta segunda parte, por algún extraño motivo, tomarán en serio su rol de padres y pasarán más tiempo en casa y controlando a su hija, algo que complicará un poco la relación entre ella y Sam.
Él, por otro lado, se encuentra en un período de adaptación: el solo pensar que Beck ya no volverá a ser humano y que ahora le corresponde a él el trabajo de recibir a los nuevos licántropos y a los antiguos cuando vuelvan a su forma humana causa una mezcla de sentimientos encontrados que lo harán alejarse en un inicio de la casa de su “padre”.
Rastro es una buena continuación de Temblor. Me parece que no tiene tantos sucesos como la primera parte; más bien lo veo como una explicación de lo que ocurrió con Sam, Grace, los lobos de la manada y las personas implicadas en el secreto.
No me apetecía estar en casa de Beck, pero no tenía otro sitio adonde ir, nadie con quien estar. Ahora era humano, y sin Grace no tenía más que un coche, un empleo en una librería y una casa llena de habitaciones vacías.
La portada sigue el estilo de la de Temblor, solo que esta vez los árboles invernales son reemplazados por otros más primaverales, cambio que se nota aun más por el uso de tonos verdes en lugar de los celestes, grises y azules utilizados en la primera parte.
Me ha gustado mucho que ahora no son solo Sam y Grace los que narran la historia, sino que Cole e Isabel también presentan su punto de vista, dándole una perspectiva diferente al libro, ya que el carácter de ambos es muy diferente al de los protagonistas. Si bien Cole es “nuevo” en la historia, porque recién ha aparecido en este libro, desde el inicio de esta el personaje adquiere importancia y será de gran ayuda para los tres amigos.
Apenas terminé Temblor quise tener Rastro en mis manos. Como mencioné un poco más arriba, esta parte de la trilogía es más lenta que la primera. Se detiene para expresar los sentimientos de cada uno de los personajes. Sin embargo, en la parte final todo se acelera. Esta es mi parte favorita: aquí se deberán probar las hipótesis planteadas con lo poco que entienden de la situación.
La prosa de Maggie Stiefvater es, como en Temblor, llamativa, cuidada y sencilla al mismo tiempo. Me fascina notar la diferencia entre los capítulos pertenecientes a cada uno de los cuatro narradores; es un trabajo muy bueno el que se ha dado de seleccionar el vocabulario y la forma en que los personajes exteriorizan lo que sienten.
Cuando me enterer que lo estabn vendiend no lo pense dos veces y lo compre a mi me encanta esta saga y ya la lei y me gusto mucho concuerdo contigo en muchos aspectos tengo en mi estanteria la 3 parte y ultima pero todavia no lo e leido gracias por la reseña :)
ResponderEliminarpdta : ¿Te pasarias por mi blog ? nos leemos
saludos :)