Abrió la puerta de la casa y empezó a correr, tratando de que no se le cayera ninguna de las cosas que colgaban de la maleta. El mensaje de la carta era sumamente explícito: vendría por él y no descansaría hasta no verlo encerrado y sufriendo por haberse ido sin ayudarlo a que llegara al poder.Cuando llegó a límite con el bosque disminuyó el paso. Al parecer, se sentía más seguro oculto bajo las frondosas copas de los árboles. Sin embargo, no se había percatado de que una enorme nube negra se formaba con rapidez sobre la masa verde que constituía la flora.
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100 días de relatos