"Ceniza", de Jonathan Auxier


Detrás de una portada ciertamente hermosa, pero que podría hacernos creer que estamos frente a una historia más de fantasía para niños, nos encontramos en Ceniza un libro en el que se enlazan la crítica social y la ternura, la injusticia y la fuerza de la amistad, lo más crudo de la realidad y el mundo de las criaturas mágicas.

Nan Sparrow es la mejor trepadora de Londres. Junto a otros niños huérfanos como ella, Nan forma parte de la cuadrilla que "trabaja" para Wilkie Crudd, quien se hace llamar "el deshollinador pulido". Bueno, "trabaja", así, entre comillas, porque se lleva la parte dura de la labor y no recibe a cambio más que maltratos, hambre y bajísimas condiciones de vida, además de un constante estado de inseguridad y desprotección por lo peligroso que es trepar por los tubos de las chimeneas. No es extraño en la Londres victoriana oír de algún "accidente laboral" en el que niños trepadores hayan quedado gravemente heridos o incluso hayan muerto.

En Ceniza se enlazan la crítica social y la ternura, la injusticia y la fuerza de la amistad, lo más crudo de la realidad y el mundo de las criaturas mágicas.

Además de la fuerte carga de esfuerzo físico que se les imponía a los pequeños trepadores, el libro nos muestra la triste realidad que vivían estos niños, quienes terminaban en manos de los "patrones del hollín" por diversas circunstancias. La única manera de sobrevivir era hacerse lo más rápido posible a la idea de que la Vida Anterior que tenían ya no existe más y aprender –a pesar de su cortísima edad– su nuevo oficio lo mejor que pudieran, para así evitar situaciones desafortunadas.

Felizmente para Nan, ella no es como los demás niños, pues ella aprendió el oficio de limpiachimeneas de la mano de su Deshollinador. Guarda hermosos recuerdos de la época en que podía disfrutar de la vida –incluso del hollín– gracias a esa chispa especial de alegría y positividad que le ponía el Deshollinador a las cosas. Sin embargo, las cosas cambiaron radicalmente cuando, una mañana, despertó y se encontró sola en el tejado en el que había pasado la noche: su buen amigo y mentor le había dejado solo su levita, su sombrero y una misteriosa carbonilla que siempre se mantenía caliente.

Imagínate que descubres que la única persona a la que has conocido y amado en tu vida se ha marchado sin despedirse. Sin dejar nota ni mensaje alguno. Solo una extraña carbonilla ligeramente resplandeciente.

A partir de ese momento, su día a día pasa a ser un solo de abusos por parte de Crudd, tristeza y nostalgia de su tiempo al lado del Deshollinador, y un constante aprendizaje para sobrevivir, tanto al interior de la cuadrilla como en la tarea que día a día se ve obligada a realizar. Bastan solo los dos primeros capítulos del libro para darse cuenta de que la inocencia y candidez propias de la infancia se veían transformadas a la fuerza en los pequeños trepadores en un carácter bastante más endurecido, como el hollín que sacaban de las chimeneas.

© The Trustees of the British MuseumEn una de las incursiones a las que Nan estaba tan acostumbrada, la experta trepadora se ve, de pronto, en apuros, porque se queda atascada en el tubo de la chimenea. No es sino hasta este momento en que Nan descubre que la carbonilla que le había dejado en herencia su Deshollinador era mucho más de lo que aparentaba, y que no era una ilusión el sentirla siempre caliente, sino que de verdad albergaba vida Poco a poco, la relación entre Nan y Charlie –el golem en el que se transforma su carbonilla– va profundizándose y creciendo, y el fuerte vínculo de amistad/familia que surge entre los dos es simplemente fantástico.

Hasta aquí llego con la trama, porque creo que será mucho mejor (y lo disfrutarán mucho más) seguirla de primera mano.

Una de las cosas que más me ha gustado del libro es lo ligera que se hace su lectura. Luego de un breve primer capítulo que nos permite conocer que la vida de Nan no siempre ha sido así, el autor nos introduce de lleno en la trama principal de la historia. Los capítulos son muy cortos, lo que ayuda a que la sensación de rapidez en el desarrollo de la historia sea aún mayor, y atrapa al lector mucho más. Además, el autor introduce en medio de los capítulos que desarrollan la historia principal algunos capítulos en los que nos cuenta la vida pasada de Nan con el Deshollinador.

Creo que otro de los grandes logros del libro es conseguir transmitir en la historia tanto la ternura que desprenden los pasajes de la vida de Nan y su Deshollinador o los que desarrollan la relación de Nan con Charlie como el dolor por las injusticias terribles que se cometían contra los niños deshollinadores, que genera en el lector, como en los personajes, indignación.

Detrás de los elementos ficticios de la historia se encuentra una triste realidad que, mutatis mutandis, no es muy distinta de la que viven muchos niños y personas desfavorecidas hoy en día. Ponerle rostro a la situación, y en el marco de una historia como la que tenemos en Ceniza, es un gran acierto, ya que logra ayudarnos a empatizar mucho más con ella. Por cierto, al final del libro, Jonathan Auxier nos ofrece dos bonitos apéndices en forma de notas: uno primero en el que narra cómo se fue gestando a lo largo de los años la historia de Nan; y otro con un comentario sobre los aspectos históricos que hay detrás del relato.

Llevaba buen tiempo sin poder leer un libro de literatura debido a las materias, y la verdad es que me ha encantado retomar mis lecturas con este libro. Me ayudó a distraer la mente en la época de los últimos exámenes y, como la narrativa está dividida en muchos capítulos breves, no era nada difícil detener la lectura (¡otra cosa muy distinta es que quisiera dejarla!).

Ya desde el título y la portada del libro nos damos cuenta de que nos toparemos con elementos fantásticos, pero Auxier consigue introducirlos de una manera tan natural que la historia no pierde nada de realismo. Es más, parece algo normal que de una carbonilla pueda surgir el gran amigo en el que se convirtió Charlie para Nan. Definitivamente, creo que esta historia puede ser una muy buena compañera para estas vacaciones de medio año.

Título: Ceniza. Historia de una niña y su monstruo
Autor: Jonathan Auxier
Año de publicación: 2022
Editorial: Blackie Books
ISBN: 9788418733772
Páginas: 336
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
Ficha del libro
 
Rodrigo

Agustino recoleto, lingüista y lector. Blogueo sobre libros en @eglblog.
💘📖 "Heriste mi corazón con tu palabra y te amé" (Conf. 10, 8).
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